viernes, 17 de enero de 2020

VICIOS HABITUALES DEL PENSAMIENTO DEL MÚSICO


Anticipatorio. Llegamos a conclusiones y reaccionamos sin prestar la suficiente reflexión o atención a los estándares de un buen juicio. “Me va a ir mal”, “Será horrible que me vean temblar”, “El público estará allí para juzgar”
Estrecho de miras. El pensamiento se llena de prejuicios, no consideramos otros puntos de vista, evidencias en contra,
escenarios alternativos, opiniones más imaginativas. “Todos me van a criticar”, “Soy mal músico”, “Ya estoy viejo”, “No tengo el nivel adecuado para lo que estoy estudiando”
Vago. Las ideas no son claras, diferenciadas o agudas. Todo es bastante confuso a la hora de definir lo realmente importante. “No sé qué haría sin la música”, “Tengo una relación amor-odio con mi instrumento”, “Realmente no sirvo para afinar”
Enmarañado. El pensamiento es desorganizado, disperso, no se concreta. Se siente perdido en el laberinto del análisis de la circunstancias. “Ya no disfruto la música, me pongo a estudiar pero no me dan ganas, ¿seré mal músico?, ¿será el maestro/a, seré yo, será la escuela, será mi familia?
Los factores que condicionan los pensamientos del músico son las altas recompensas que reciben los pensamientos reflejos y automáticos frente a un pensamiento más profundo y objetivo, el sensible ego del intérprete y la complejidad del ser humano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario