Colegas: Aspiren a los dones humanos más excelentes, Voy a mostrarles el camino que estoy recorriendo y me funciona.
Aunque tocara/cantara todas las obras habidas y por haber, si me falta #autenticidad sería como bronce que resuena o platillos que aturden.
Aunque fuera #virtuoso y se me diera con facilidad mi instrumento, aunque tuviera tanto talento como para no estudiar y hacerlo bien, si me falta autenticidad, nada soy. Aunque repartiera #felicitaciones e incluso sacrificara mi ego, para recibir alabanzas sin autenticidad, de nada me sirve.
La autenticidad es paciente y muestra comprensión conmigo y con el mundo. El ser auténtico no tiene celos, no aparenta ni se infla. No actúa con bajeza ni busca su propio interés, no se deja llevar por el error, lo ve como su #maestro. No se alegra por el error del colega, sino que comparte su #triunfo. Perdura a pesar de toda crítica, está abierto a #aprender, lo espera todo y lo soporta todo.
Tu autenticidad nunca pasará. Aunque cambie la forma de hacer música o el contenido de sus notas. Porque somos seres imperfectos, y nuestras habilidades también son algo limitadas. Cuando toques música, lo que es limitado desaparecerá.
Cuando empecé a estudiar música, hablaba como niño que pide, pensaba y razonaba como niño. Pero cuando me hice auténtico, dejé de lado las cosas de niño y empecé a dar. Así también en el momento presente vemos las cosas como en un mal espejo y hay que resignificarlas, pero entonces las veremos cara a cara. Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré como soy conocido. Ahora, pues, son válidos los pensamientos: soy valioso, merezco y soy #suficiente. El más importante: el otro/la otra es suficiente.
Amén
Adaptado para músicos de la 1ra Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios.
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