lunes, 27 de enero de 2020

MI PRIMER EXAMEN DE ADMISIÓN A LA FACULTAD DE MÚSICA


Tenía 12 años, tocaba violín en una orquesta de música folklórica, me sabía mucho repertorio mexicano y piezas de cricrí. Me gustaba la telenovela del Vuelo del Águila, me gustó tanto la música de Daniel Catán que saqué el tema de Don Porfirio en el violín. Mi mamá lo notó y me dijo que si presentaba para la UV. Yo dije que si. No supe qué preparar, lo más "#académico"
que me sabía era la primera página del Canon de Pachelbel. Me pasaba en la tarde "estudiando" sin saber qué hacer. Llegó el #examende admisión, me pidieron que cantara las mañanitas, luego me dijeron que repitiera una nota. Al otro día fue mi examen de instrumento, toqué para el que después sería mi segundo maestro de violín. Resultado: no quedé la primera vez. Me frustré, consideré meterme al seminario para ser #sacerdote y volqué mi "vida" a la religión.
Mi hermana al verme frustrado y con ganas de tocar consiguió que fuera de oyente un semestre a clases de solfeo con el maestro 
José Isidoro Ramos. Seguí tocando el violín en el taller de música de la secundaria. Mi mamá me convenció de volver a presentar el examen por una entrevista en el seminario (la entrevista se las comparto después  ;) )
Estudié poco para ese examen. En forma de broma toqué la pieza que consideraba mas "
#virtuosa", una polka mexicana que se llama "Las Perlitas". Tenía 13 años, el examen teórico fue muy fácil por el entrenamiento que tuve. Para el examen de instrumento estaba quien sería mi primer maestro de violín. Me escuchó las perlitas y no me dejó tocar la parte "rápida". Al examen llevaba libros de catecismo, el maestro me dijo ¿puedo ver tus métodos de escalas? y yo le dije que eran engargolados de otra cosa.
Al mes fui a ver los resultados, quedamos 11. Estaba muy feliz, recuerdo que ese día acompañé a mi mamá al puerto de Veracruz. De regreso estaba muy emocionado, no sabía que me depararía el destino.

Amigos y amigas, lo que les puedo compartir es que no se rindan, busquen más opciones, su realidad no la determina un plan de estudios. Lo que van a ser ya lo son. Un gatito no necesita un título para maullar. Lo que tienes saldrá tarde o temprano
Hey, tú que estás por allí:
Sea lo que estés haciendo, es suficiente

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