lunes, 2 de septiembre de 2019

EL MÚSICO MIEDOSO

Para su primer recital el músico encontró que su maestro/a había invitado a todos sus amigos, vecinos,
compañeros de clase y demás maestros de la escuela, suponiendo con la mejor intención (en el plano de la carrera), pero erróneamente (en el plano de exposición gradual sensible), que a él/ella le encantaría tocar para ellos.
El músico no quiso disgustar a su maestro/a y se propuso “disfrutar y tocar” en nombre de Dios y al terminar el recital pedir a su maestro que no invitara a más gente sin consultarlo. Pero, como maestro eficiente, antes de que el recital finalizara ya tenía la segunda presentación agendada.
Hoy, veinte semestres más tarde, él ya ha perdido la esperanza de poder decir a su maestro con las debidas palabras que odia tocar en público. Es fácil imaginarse cómo reaccionaría el/la maestro/a.

Adaptado para músicos de El arte de amargarse la vida
Eduardo Carlos Juárez
Violinista y Psicoterapeuta Gestalt

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