Te quedaste
haciendo música hasta cansarte
Te perdiste
en el tiempo y no existía nada más
Añorabas
volver a tener esa sensación
Quitabas
tiempo de juego para ir por tu instrumento (o cantar)
Te imaginabas
suficiente y te lo creías
Sacaste
canciones de oído
La música te
hacía más feliz
Bailabas
Llorabas
¿Cuándo
cambió esto? Es momento de retomarlo. El miedo escénico te hace un recordatorio
de que tienes que cambiar tu forma de hacer música
No hay comentarios:
Publicar un comentario