Desde que abres tu estuche hasta que te retiras, vas progresando. La
experiencia te pule como lo hace un joyero con su diamante. Experiencia es ir
eliminando lo que esta demás, para guardar respetuosamente lo esencial.
Avanzas desarrollando sentimientos superiores: en lugar de exigir que te aplaudan, reconoces los logros de tus compañeros con alegría. El reconocimiento reemplaza a la exigencia y la entrega reemplaza a la negación.
El tiempo te libera de creencias sin experiencia, de aplicar definiciones limitadas a lo que es infinito, descubres quién en verdad eres por debajo del río incesante de críticas del medio musical, van desapareciendo en ti las ideas de pasado y futuro y te entregas al cambio constante del presente.
Descendiendo por tu memoria como si fuera un pozo, de vez en cuando llegas a tu cementerio de recitales, y en cada tumba das un reverente agradecimiento: "Tus errores me ayudaron a hacerme consciente".
Sales de la isla del ego para sentirte como una parte del maravilloso río vital de la música... Vas dejando de ser uno para ser todos.
Das lo que puedes dar, avanzando sin preocuparte por si dejaste o no dejaste huellas.
Adaptado de
un texto de Alejandro Jodorowsky
Eduardo Carlos Juárez
Violinista y Psicoterapeuta Gestalt
Violinista y Psicoterapeuta Gestalt
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