
A la mañana siguiente salí con
tiempo ya que el traslado es de aproximadamente una hora, pensé que podía
estudiar en el trayecto y así lo hice. Primero al metro y luego al Metrobús. Venía
demasiado concentrado estudiando la obra que menos había preparado, subí al
vagón y por suerte a la siguiente parada se desocupó un lugar. Me senté e
inmediatamente abrí el score para seguir estudiando. Son como unas diez paradas
hasta donde tenía que bajar. Estaba tan nervioso por estudiar que de repente volteé
y ya estaba en la glorieta insurgentes ¡Había tomado el rumbo equivocado! De
inmediato bajé del vagón y para colmo en la salida donde hay un aspa giratoria
mi gabardina se quedó atorada y se rompió en dos. Tomé el taxi y avisé
inmediatamente en el grupo de whatsapp que iba tarde. Faltaban quince minutos
para empezar la clase y era yo el segundo de tandas de treinta minutos. La
coordinadora me dijo que habían tardado en empezar.

Al terminar les conté a mis
compañeros todo lo que me había pasado pero que gracias a que tomé la ruta equivocada
pude estudiar muy bien la obra que me pidió. En la tarde me tocó pasar a
dirigir esa misma pieza. El maestro nunca avisa qué vamos a dirigir para que
estudiemos todo y vayamos preparados para lo que sea. Antes de pasar estaba muy
nervioso pero como siempre me armé de valor y pasé. Dirigí media hora lo que es
un lujo para cualquier estudiante de dirección de orquesta, me encontré con
muchos conocidos y otros me saludaban diciendo que me siguen por las redes
sociales. Cuando me presenté dije “buenas tardes, un gusto estar aquí vamos a
ver la obertura trágica de Brahms”, el maestro me susurró: “di tu nombre”. Entonces
dije “Mi nombre es Eduardo y me da mucho gusto estar aquí con ustedes”. La
orquesta aplaudió.

Gracias a todos por
acompañarme, por sus palabras de aliento y reconocimiento. Es impresionante
para mí saber el número de personas que leen mis publicaciones y que no
necesariamente interactúan. Me asombro de conocerlas porque casi siempre tengo
en mente a los que likean o comentan las publicaciones pero en estas dos semanas
que he estado de gira en Tlaxcala, Puebla, Campeche y CDMX me han abordado
muchas personas a decirme que me siguen y que les gusta lo que escribo. Muchas
gracias por hacerlo, me motivan a seguir escribiendo y a seguir preparándome,
pero sobre todo a seguir siendo un humano que quiere seguir aprendiendo y
curándose a través de la música.
Con mucho cariño. Edu
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