1. Pon tus prioridades en orden. Lamentablemente el día sólo tiene 24 horas, nuestra energía es limitada y tenemos que descansar. No trates de hacer todo al mismo tiempo. Si tienes cierta cantidad de material al semestre checa cuántas semanas realmente tienes para prepararlo (considera vacaciones, días feriados y que las 2 semanas antes del examen son más para las habilidades escénicas que para la técnica
2. Conecta con tu motivación. Asegúrate de que vale la pena esforzarte por lo que estás haciendo ¿Hacer música te cura o te enferma? ¿A quién ayuda lo que haces? Es importante que encuentres una repuesta personal convincente
3. Establece un objetivo medible. "Querer ser un gran músico" o "mejorar mi nivel este semestre" son difíciles de medir. Puedes medir tempo, afinación, compases. Un objetivo medible sería tocar los 20 primeros compases de tu obra a un tempo determinado.
4. Enfócate en el proceso. El recital/examen/concurso es cuando mucho el 5% de todo el tiempo que dedicaste en el semestre a tu material. Aprende a disfrutar el proceso y a quitarle la carga emocional de más al evento
5. Recalibrar con honestidad tu expectativa. Si tienes un material demasiado largo (o tienes pocas horas reales de estudio) puedes preparar con honestidad lo mejor que puedas un 60-80%. Es mejor concentrarte en lo que si puedes hacer que abarcar todo a medias.
6. Suficiente es mejor que perfecto. Abandona el "bien" o "mal" y cámbialo por suficiente. "Fue suficiente el esfuerzo que hice" o "Necesito cambiar algunas cosas del proceso"
Acompañándote en tu camino de la actividad musical
Edu
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