jueves, 29 de abril de 2021

NO ESTORBAR

 


EL ONCEAVO #MANDAMIENTO
Fui monaguillo desde los 12 hasta los 17 años, aprendí muchas cosas sobre los ritos, tiempos litúrgicos, pasajes muy específicos de la 
#Biblia y sobre todo cómo se manejan las cosas desde dentro. 
Cuando el Padre Arturo Gasperín Cessa estuvo a cargo de la 
#parroquiaEmperatriz de América me dio su apoyo en todos los sentidos. Bromeaba mucho conmigo y me quería mucho. Como no quería estar en mi casa buscaba cualquier pretexto, el domingo #acolitaba en dos misas y los bautizos. En ellos me tocó ver que entre tanto monaguillo a veces hacíamos tumulto a lo que al final de una misa el padre nos dijo a todos/as (había monaguillas también): "recuerden que hay un onceavo mandamiento que no aparece en la Biblia que se llama "no estorbarás"
En una mañana libre de la 
#giraorfixcaribe2018 fui con mis amigos a rentar un #kayak, mis amigos y esposa escogieron el suyo, yo creyéndome #Rambo le pregunté al guía a qué distancia estaba el canal de los piratas, me dijo que a un kilómetro. Mi razonamiento fue: "si hago 2 kilómetros por clase de natación esto no es nada"
Zarpamos rumbo al lugar y el guía italiano que se llama Pietro me dijo "quédate nadando junto a mi". Los primeros metros pude llevarle el 
#ritmoporque iba mostrando a mis compañeros cómo hacer los movimientos de kayak para avanzar mejor y no lastimarse, pero una vez que tomó velocidad me fue imposible alcanzarlo. Nadé lo más rápido que pude y Pietro me dijo que no había más remedio que me sujetara de la cola del kayak y que hiciera #crowl alcanzando la brazada. 
De regreso la historia fue igual pero empecé a patalear más duro según yo para ayudar con mi peso a lo que Pietro me dijo: "mejor quédate inmóvil porque haces más 
#resistencia" Hasta ese
momento me di cuenta que realmente estaba estorbando en mi afán de probar que podía solo. A veces mucho 
#ayuda el que no estorba. Me dejé llevar sin moverme y empecé a pensar cuántas veces hago lo mismo en mi todos los ámbitos de mi vida. Esa media hora en la que fui admirando toda la laguna de Bacalar por debajo me sirvió para reflexionar este onceavo mandamiento y como un "ayudador" puede estar siendo realmente un "#controlador" sin darse cuenta.
A la llegada al muelle le ofrecí disculpas a Pietro contándole lo que reflexioné a lo que me dijo con mucha sencillez: "todos en algún punto de la vida hacemos eso" Le pagué como si hubiera ocupado un kayak.
La 
#vida es un mar de darse cuenta. El maestro no es una persona necesariamente, es una situación que puedas ver siempre y cuando te des la oportunidad de verla.
Después nos fuimos a tomar una cerveza y riéndonos todos Pietro comentó "la verdad es que si hay que tener condición para dejarse llevar por tanto tiempo bajo el agua" 
😉
Gracias amigos por la experiencia y tolerarme

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