jueves, 29 de abril de 2021

APRENDER A PERDER

 


APREHENDER A APRENDER

El viernes pasado llegó a mi correo los resultados del Concurso de Dirección organizado por la OFUNAM. No estaba mi nombre en la lista de finalistas. Fui con mi esposa y le dije que estaba triste, ella me dio un abrazo y me dijo que estaba orgullosa de mí. Ahora te contaré lo que pasó meses antes.

En febrero decidí entrar al concurso. Primero que nada organicé mi currículum, me puse a investigar en internet cuál era la mejor forma de hacerlo, qué poner y que no, información relevante y diseño. Mi esposa me ayudó en el proceso. Después vino la selección de videos, por momentos pensaba que era mejor hacer nuevos pero decidí que los que tenía eran suficientes. Pedí a mi amiguis David Torres que me ayudara a seleccionar, tuve muy buena retroalimentación de su parte. Abordé a 3 directores huéspedes de esta temporada de la OSX que por cierto tuvo muy buenos músicos en el podio y les mostraba mis videos. Uno de los que más tiempo dedicó fue el Mtro Silvayn Gasanson. Estaba muy estresado, el tema de la competencia saca mis peores introyectos. Como mis niveles de ansiedad aumentaron significativamente regresé a terapia, pedí cita con Rafa y empezamos a trabajar.

Para no hacérselas larga la pregunta fue ¿Para qué quieres entrar al concurso? Mi sensación fue de tristeza y mi respuesta fue: para obtener reconocimiento, para demostrar que valgo, que no soy sólo violinista, que puedo… empecé a llorar. Con mucha sensibilidad mi terapeuta empezó a guiarme para que viera los costos de toda una vida tratando de obtener y demostrar. Esa sesión fue de las más fuertes y profundas que he tenido. Terminamos la terapia y estaba muy triste. Decidí parar el proceso de inscripción hasta tener la mente clara. Después de tres terapias más en las que pulimos el introyecto tomé una decisión. “Rafa, he decidido que no necesito en este momento entrar al concurso, me siento más tranquilo de tener lo que tengo y de ser lo que soy, no necesito el evento para saberlo”. Él me contestó que lo importante era ver el proceso, ir al concurso a aprender y que lo que yo decidiera era lo mejor.

Se me quitó un gran peso de encima, se lo comenté a mis amigos quienes apoyaron mucho mi decisión y me dieron apoyo. Es muy difícil para mí no querer brillar cuando tengo unos padres a los que admiro mucho y a cuatro hermanos que son muy buenos en lo que hacen. Confundo el hacer con el amor.

Pasaron los meses y como acostumbro caminé hacia la USBI desde tlaqná con unas amigas, me encontré a un colega que también dirige y me preguntó si entraría al concurso, le conté todo el proceso y que decidí que por ahora no lo necesitaba. Él me dijo, “si yo pudiera lo haría, pero por cuestiones de edad no puedo aplicar, se me hace una buena oportunidad”. Su auténtico deseo por participar me hizo pensar muchas cosas, primera que estaba yo evitando un tema (competir) de una forma abrupta y segunda que podía animarme a participar en el proceso de una forma diferente, después de todo si no necesitaba el concurso, ¿qué más daba si enviaba todo el material que ya tenía preparado? Lo consulté con mi esposa quien me dijo, “mi amor, yo lo apoyo en lo que decida, para mí ya eres un ganador mandes o no mandes, dirijas o no dirijas” Entonces decidí mandar mi audición sintiéndome suficiente.

Concursar y competir para mí ha sido un tema difícil, muy promovido desde casa con mis hermanos y muy alentado por el contexto musical en que me desenvuelvo. Los costos de competir de esa manera han sido altos: depresión, ansiedad, baja autoestima. Quise hacer algo diferente, mandar la audición sin ponerle expectativas pero lo mejor que podía.

Recibir la noticia fue algo triste para mí, después de todo la mandé con la intención de participar. Este proceso de audición ha sido diferente en muchos aspectos, primero no la viví con ansiedad (antes no podía dormir esperando el resultado), segundo puse mi atención en aprender más que en competir (mi amigo Alberto Xolo refirió “es una buena oportunidad para que alguien vea mis videos) y tercero aprender a reconocer. Jorge Vázquez, amigo y director de orquesta Xalapeño fue seleccionado para la final y es el único mexicano que participará. Él está más que calificado y ha ganado concursos en el extranjero además de tener una gran carrera como director de orquesta. En ese sentido vale la pena reconocer su talento y entrega, estoy seguro de que lo hará muy bien. Felicidades!

Gracias amigos por leerme. La intención de ésta como muchas de las publicaciones es abrirme y compartir los procesos que me pasan. Sigo trabajando mis temas de vida, por eso se llaman así. La neurosis es algo que creaste para sobrevivir cuando niño y te acompañará toda tu vida. Aprende a manejarla, entenderla, domarla y para de sufrir.

Con el gusto y una sonrisa en la cara por escribir esto:

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