Cuando
disfrutas la música, el tamaño del escenario y quien te escucha, son irrelevantes
El enfado es un
mecanismo natural de defensa. Músico que está a la defensiva es porque tiene
miedo
Puedes dudar
pensar entrar o no al escenario, nunca dudes de lo que sientes que te hace
subir una y otra vez
¿Sabías qué?
Cada vez que dices “NO HABLARÉ MAL DE MI COLEGA” contribuyes a una comunidad de
músicos más sana, empiezas a curarte, ser más feliz y sobre todo estás menos
presionado/a cuando estés en el escenario. No hay manera de que esa crítica no
te la hagas a ti mismo/a
Que la música te lleve allí, donde la disfrutabas
Pensar
demasiado en el recital lo arruina todo, lo complica, lo agranda y hace que las
expectativas hagan todo peor de lo que realmente es. Respira y ocúpate. Es un
recital no una operación de vida o muerte. Los cirujanos son humanos también.
Aquello que el
público llama nuestro trabajo para los artistas escénicos se llama éxtasis
Cada vez que
sientas querer criticar a un colega ten presente que no todas las artistas han
tenido tus oportunidades
La energía de
tocar/cantar fluirá hacia donde se dirige la intención. Toca/canta tan profundo
que rebote irremediablemente hacia el púbico
Disfruta
estudiar tus primeras obras, tal vez un día las vuelvas a ver y te des cuenta
que la música no distingue dificultades
Estudiar tu
instrumento no es sólo un acto motriz, es un acto de crear ideas y recrearlas.
Tómate un recreo
El músico no
sólo es un vaso por llenar, es una estrella por encender
Cuando no
tienes miedo en el escenario porque nada te emociona ¿Cómo le llamas a eso?
¿Fortaleza o depresión?
La costumbre de
exigirte tocar/cantar que no tendrías porqué tocar/cantar es una avenida de
alta velocidad hacia la frustración
Quitando la
máscara al músico, descubrimos que en el fondo es colectivo lo que parecía ser
individual. La máscara es la psique colectiva
No puedo pensar
en ninguna necesidad en la música tan fuerte como la necesidad de conectar con
los demás a través de uno mismo/a
Hay una fuerza
motriz más poderosa que el miedo al público: la voluntad de siempre querer
entrar al escenario
Para ser un
músico fuerte no es necesario carecer de miedo. Con entrar al escenario cada
vez que te mueres de nervios es suficiente
No hay comentarios:
Publicar un comentario