jueves, 29 de abril de 2021

REFLEXIONES PARA EL MÚSICO ACTUAL

 


 

Cuando disfrutas la música, el tamaño del escenario y quien te escucha, son irrelevantes

El enfado es un mecanismo natural de defensa. Músico que está a la defensiva es porque tiene miedo

Puedes dudar pensar entrar o no al escenario, nunca dudes de lo que sientes que te hace subir una y otra vez

¿Sabías qué? Cada vez que dices “NO HABLARÉ MAL DE MI COLEGA” contribuyes a una comunidad de músicos más sana, empiezas a curarte, ser más feliz y sobre todo estás menos presionado/a cuando estés en el escenario. No hay manera de que esa crítica no te la hagas a ti mismo/a

Que la música te lleve allí, donde la disfrutabas

Pensar demasiado en el recital lo arruina todo, lo complica, lo agranda y hace que las expectativas hagan todo peor de lo que realmente es. Respira y ocúpate. Es un recital no una operación de vida o muerte. Los cirujanos son humanos también.

Aquello que el público llama nuestro trabajo para los artistas escénicos se llama éxtasis

Cada vez que sientas querer criticar a un colega ten presente que no todas las artistas han tenido tus oportunidades

La energía de tocar/cantar fluirá hacia donde se dirige la intención. Toca/canta tan profundo que rebote irremediablemente hacia el púbico

Disfruta estudiar tus primeras obras, tal vez un día las vuelvas a ver y te des cuenta que la música no distingue dificultades

Estudiar tu instrumento no es sólo un acto motriz, es un acto de crear ideas y recrearlas. Tómate un recreo

El músico no sólo es un vaso por llenar, es una estrella por encender

Cuando no tienes miedo en el escenario porque nada te emociona ¿Cómo le llamas a eso? ¿Fortaleza o depresión?

La costumbre de exigirte tocar/cantar que no tendrías porqué tocar/cantar es una avenida de alta velocidad hacia la frustración

Quitando la máscara al músico, descubrimos que en el fondo es colectivo lo que parecía ser individual. La máscara es la psique colectiva

No puedo pensar en ninguna necesidad en la música tan fuerte como la necesidad de conectar con los demás a través de uno mismo/a

Hay una fuerza motriz más poderosa que el miedo al público: la voluntad de siempre querer entrar al escenario

Para ser un músico fuerte no es necesario carecer de miedo. Con entrar al escenario cada vez que te mueres de nervios es suficiente

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