Autoconocimiento. Si el músico líder no se conoce a sí mismo, difícilmente será capaz de liderar a los demás. Liderar con el ejemplo es fundamentar para resultar creíble
Vulnerabilidad.
El músico líder es humano, puede comentar errores y necesita un equipo para
complementarse. Mostrarse vulnerable es la base de la confianza.
Retroalimentación.
Un bien líder sabe recibir comentarios como elemento clave de su aprendizaje
para el crecimiento individual como del equipo.
Innovación. El
músico líder ha de promover el cambio, e incluso resultar incómodo para su
orquesta/coro/banda/conservatorio porque para sacer lo mejor de cada persona
habrá de mover a su equipo fuera de la zona de confort una y otra vez.
Inspiración y
pasión. El músico líder es fuente de inspiración y de contagio de pasión por la
música. Su pasión es el motor del grupo musical.
Empoderamiento.
Un músico líder sabe delegar no sólo objetivos que no domina (mercadotecnia,
gestión, etc) si no también la forma de llevarla a cabo, e incluso la toma de
decisiones de manera regular.
Diversidad. El
músico líder promueve la diversidad en su grupo respetando la unicidad en el
criterio musical.
Emociones. El
músico líder de nuestro tiempo es emocional y capaz de gestionar lo que siente.
Cada uno de los miembros conoce a su líder por la manera de expresarse
Conexión. El
líder musical conecta ideas, no las impone. Conecta colegas no los confronta.
Reconocimiento.
El líder musical debe reconocer y celebrar al otro. Un equipo que celebra sus
éxitos y su esfuerzo fomenta la unidad, la positividad y la confianza. Claves
para ser un grupo musical de alto rendimiento.
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