Los músicos
en general tenemos un perfil con baja tolerancia a la frustración. Esas miles
de horas estudiando en casa solo repitiendo y repitiendo han ido esculpiendo,
en general un perfil perfeccionista y extremadamente autoexigente. Esto sumado
al contexto académico y laboral individualista y competitivo en el que
desempeñamos nuestras actividades puede ser un cóctel perfecto para tener una
baja tolerancia a la frustración
Lo que ocurre
cuando estamos en situación de estrés, es que intentamos tenerlo todo
controlado, intentamos llevarlo todo a la consciencia y es en este momento en
el que perdemos efectividad, es el momento en el que nuestros movimientos
comienzan a ser más rígidos, nuestros pensamientos comienzan a ser
contradictorios e inseguros y todo parece más difícil que nunca
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