sábado, 29 de febrero de 2020

PENSAMIENTOS CORTOS DE LA ACTIVIDAD MUSICAL


No es lo mismo tener odio absoluto que oído absoluto
Cuando mis brazos no pueden alcanzar a las personas que quiero, las abrazo con mis publicaciones
Si estás en una crisis (estudiando o trabajando en la música) tu imaginación es más importante que tu conocimiento
No les hablo a mis compañeros terminando el recital para pedirles retroalimentación, sino para agradecerles que vinieron. Quien recibe sin agradecer, no recibe

La nota falsa es permitida, si después haces un buen uso de ella
Debido a que saber qué o quién les produce la depresión de no sentirse suficientes musicalmente es más doloroso que estar deprimidos, preferimos seguir deprimidos
Todo es relativo: para un colador no es defecto tener agujeros. Antes de criticar a tu amigo/a que está tocando/cantando, ponte en su lugar
El miedo al rechazo que sientes cuando estás en el escenario termina cuando tu mente se da cuenta de que es ella la que crea ese miedo
La crítica que lanzas tan cruelmente desde las butacas rebotará y volverá para clavarse en tu pecho cuando estés en el escenario
No gana quien toca mejor sino quien resiste más tiempo siendo un músico feliz
QUERER es tocar para ti mismo/a. OSAR es no recrear tus miedos en el escenario. PODER es no criticarte tan duro. CALLAR es mejor que para mi que no te lo diga
Toca de vez en cuando sin la red de recuerdos en el abismo de cada recital
Durante muchos recitales fui el guardián que me prohibía la entrada de una puerta que era yo mismo
"No lo lograré" o "Lo lograré" es tu Ego que se juzga. "Haré lo que puedo con las herramientas del momento es tu Ser Esencial que se ama¿Quieres que la profesión de músico no se extinga? Haz como las ostras: crea perlas con tus sufrimientos y ofrécelas al mundo
Tu sanación como músico es un proceso donde cambias la manera de verte a ti mismo/a
No esperes que la luz del destino ilumine tu vida musical. Ilumínala tú
El músico sabio es paciente y humilde, encuentra motivos para ser feliz en cualquier escenario. El músico ignorante es arrogante e impaciente, no se sentirá suficiente aunque toque en la mejor sala del mundo
Cuando nos quejamos de que el medio musical no nos reconoce, la atención que nos dan los demás siempre nos gusta, es como una droga adictiva. Si nos enganchamos a ella, llegaremos a necesitar que alguien nos dé una dosis de vez en cuando. Si nos volvemos adictos, nos quejaremos en todas partes (en la escuela, en el recital, en redes sociales) podemos llegar al extremo de quejarnos con cualquiera que pasa a nuestro lado para obtener nuestra dosis de tener razón y de atención.
Las quejas pueden ser necesarias y, a veces, eficaces; pero conllevan muchos problemas para tu salud mental



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