El día de hoy
Anita me invitó al recital de sus alumnos, sabía que al final tocaría algo pero
me sorprendió cuando se aventó a tocar todo el material de su próxima audición.
Treinta minutos de pura concentración en que ella presentó ante el público las
obras al nivel que las tiene en este momento. Se le veía relajada y
concentrada, yo la veía sexy con su nuevo corte de cabello (ya que lo donó ayer
para pelucas de niñas).
Es difícil
escuchar el recital de un colega y más si se trata de tu esposa. Tienes que ir
con la mente muy abierta (sobre todo porque la escucho estudiar todos los
días). Intenté ponerme en modo ser humano y empezar a disfrutar como las personas
que estaban llegando al recital. Vi preparación, honestidad, espontaneidad,
carisma, música, esencia. La intérprete que estaba enfrente de mí no estaba
engañando a nadie, ni a sí misma, presentó el material que tenía a la velocidad
y proceso que lo tenía aunque faltan 15 días para la audición. Me sentí
motivado y vi cómo sus alumnos la veían con orgullo. Pensé para mí que si yo
fuera su alumno me sentiría motivado de ver a mi maestra seguirse preparando y
mostrarme que al final de cuenta todos tenemos que audicionar en una orquesta y
lo tenemos que hacer de la manera más honesta posible. Cosas que mejorar,
siempre hay pero ese es trabajo de ella con sus respectivos maestros. Yo fui en
calidad de pareja.
El recital de
hoy me motivó a escribir esta publicación por muchas cosas, la primera de ellas
es incentivar a los alumnos a presentar en público los pasajes de orquesta, eso
es lo que finalmente haremos, si bien algunos se dedican al concertismo la gran
mayoría de músicos presentan audiciones constantemente. El público lo disfruta
de igual manera. Segundo porque varios colegas me escriben semana con semana
unos días antes del recital “¿Maestro, tengo pánico escénico, qué puedo
hacer?”, a veces me quedo sin saber qué responder porque las habilidades escénicas
son algo que se va trabajando a la par del estudio técnico, analítico y
emocional. Todos estos temas van de la mano. Como una respuesta rápida casi
siempre escribo, procura presentarte con más frecuencia. Guillermo Dalia,
psicólogo especialista en músicos habla de que la ansiedad escénica se vence
enfrentándola, es difícil manejar los nervios si te presentas una vez cada año
o cada 6 meses en un contexto de examen.
En resumen,
preséntate más, en donde sea, siempre hay público dispuesto a escuchar más a la
persona que al músico. Sobre la personita de hoy que se presentó sólo puedo
decir que estoy muy orgullosa de su esfuerzo, avance, dedicación y que eso para
mí ya la hace suficiente. Yo estudiaría con una maestra así (y además es muy
atractiva) J
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