jueves, 9 de abril de 2020

MOTIVACIÓN DIARIA DEL MÚSICO


No eres tú el que puede cambiar el mundo musical, deja que la música sea la que te cure
No hace falta público para sentir la música
Cuando le das el poder al otro de tener la última palabra sobre tu presentación, devora un trozo de tu vida. Ve construyendo tu propio criterio
Todo músico es una buena persona. La rosa tiene espinas sólo para el que la quiere cortar.
No te dejes caer. Haz de cada nota falsa el prólogo de una
victoria
Cuando un colega músico te sea antipático/a, o sientas que te amenace, observa con qué mirada la estás viendo. ¿Te afecta intelectual, emocional, sexual o corporalmente?
Trata de ver a ese colega incómodo no solo con un centro, sino con tus cuatro centros. Y luego agregas la mirada transpersonal, aquella que mirando recibe la mirada del otro, aprendes ver de alma a alma.
Vas de una mirada limitada, a una mirada total.
Has conectado tus ojos con la misteriosa fuente de la vida. Tu nirada individual se ha convertido en una mirada universal, transpersonal, divina.
Los santos budistas, bodhisatvas, bendicen a todo lo que miran. Tú hoy haz lo mismo: en amoroso silencio, bendice a rodas las personas que ves, agregando a todos los animales, vegetales y, si así lo sientes, minerales.
Cuando llegamos a la bendición constante, poseemos la verdadera mirada. No mira tu ego, miras tú, el Ser esencial.
Si te identificas con tu autenticidad y miras así, verás como cambia tu vida y la vida. Te darás cuent, con toda tranquilidad, de las miradas limitades que te envuelven, sabiendo que no son auténticas, que solo son producto de limitaciones familiares, sociales y culturales.
Mirando de alma a alma, provocarás en los músicos momentos de gran paz.
Ahí donde estudias mira tu instrumento con esa mirada completa, luego visita tu memoria imaginando que proyectas una luz vital en cada momento en que has sufrido. Verás que la comprensión va unida a la compasión.

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