El plan de
estudios de la Facultad de Música de la UV indica que hay que llevar dos años
de piano complementario. En 2001 me tocó buscar maestro y mi amiga me recomendó
con quien estudiaba maestro Gustavo Flores. Él me trató como si fuera alumno de
piano normal y gracias a eso pude tener un nivel suficiente de piano como para
tocar en misas, fiestas e improvisar cosas que necesitaba. Uno de sus alumnos
más avanzados era Mario Pech con quien hice una bonita amistad.
Dos años
después Mario me invitó a oír algunas de sus composiciones en el piano y me
gustaron mucho, luego me dijo que estaba pensando estrenar un disco con
canciones suyas en su ciudad de origen, Chetumal. Armó un grupo de dos
guitarras, piano, trompeta, violín y él cantaba. Ensayábamos en su casa y todos
estábamos muy contentos. Las obras de Mario tienen algo muy especial, combinan
sufrimiento, nostalgia, alegría y otras muchas emociones que son palpables con
escucharlas una vez.
Preparamos el
viaje, fuimos hasta el puerto de Veracruz pues no había corridas de autobús
desde Xalapa, Mario y Enrique (nuestro querido Che) prepararon tortas para
nuestro viaje de aproximadamente 18 horas hasta Chetumal. Mario había previsto
que viajaríamos en un autobús nuevo pero nuestra sorpresa fue que llegó un
Mercedes Benz del año 1990 que venía desde Bronsville Texas, eso quiere decir
que ya llevaba dos días viajando.
El viaje fue
divertido, yo tenía 17 años y era la primera vez que salía en un verano solo.
Recuerdo que no parábamos de reír. En Villahermosa el camión paró por 2 horas
para limpiarlo y nosotros nos quedamos enfrente de donde se estacionan los
camiones. En eso vimos que un conductor se parecía mucho a Claudio Arrau y
comenzamos a reir. El conductor se bajó y en vez de confrontarnos a todos me
confrontó sólo a mí porque era el más chaparrito del grupo. Mis compañeros me
defendieron y fue una anécdota muy chistosa. En ese tiempo tenía yo el clásico
peinado de Benito Juárez por lo que me pusieron el “Bene” (por el Benemérito de
las Américas).
Llegamos a
hospedarnos a la casa del escritor en la laguna de bacalar. ¡Es un lugar
paradisíaco! Estaba impresionado de ver una laguna de siete colores con agua
dulce. Las lagunas parecían piscinas gigantes pues yo me metía y por bastantes
metros todavía podía estar parado. Dimos un concierto en la casa de cultura de
Chetumal y luego nos fuimos a conocer la zona libre de Belice, estaba
impresionado de lo barato que costaban las cosas y compré lo que pude. Todos
los días regresábamos a dormir a Bacalar, los amigos se quedaban en la sala
común hasta la noche, yo prefería dormir temprano y despertar en la laguna.
Esa fue la
primera vez que salía solo con un grupo de amigos. Lo disfruté mucho y tiempo
después le pedí a Mario que me pasara la grabación que se hizo del concierto.
Actualmente y Anita no me dejará mentir ese álbum es el único que tengo en mi
computadora y que escucho con frecuencia. De verdad la música de Mario me gusta
mucho.
El año pasado
recibimos una invitación para tocar en Cancún por lo que le dije a Mario que
estaríamos por allá y que viéramos la posibilidad de bajar a Chetumal. Mario
movió todos sus contactos para hacerlo posible, con el tiempo lo de Cancún se
pospuso y quedó sólo Chetumal por lo que con la ayuda de Karla Kaltzonzin quien
desde hace tiempo colabora con la ORFIX como gestora pudimos conseguir tocar en
el fuerte de Bacalar. Gracias a los fuertes contactos de Mario la gira se
extendió hasta la ciudad de Belice lo que significa la primera incursión
internacional del grupo.
La ORFIX
viajará al Caribe este verano y tendremos el privilegio de estrenar una
obertura y una fantasía para piano y orquesta de Mario Pech. Llevaremos un
programa mexicano que incluye a Revueltas, Juventino Rosas, Márquez y Moncayo.
Vamos representando el alto nivel musical de Xalapa, Veracruz y México.
El proceso de
la orquesta también ha sido algo valioso, hemos tenido un año de mucha
actividad para recaudar fondos para costear nuestro viaje. He aprendido mucho y
sobre todo a valorar que estar en frente de un grupo de músicos de tan buena
calidad exige mucha preparación pero sobre todo mucha sensibilidad humana.
La gira ya es
todo un éxito y la primera de muchas del nuevo proyecto ORFIX que cada vez se
expande. Me impresiona cómo todos colaboran, algunos sacan copias, otros ven lo
de mercadotecnia, otros del reglamento, algunos colaboran formando a la
orquesta de fuerzas básicas, otros me hacen comentarios sobre cómo mejorar,
muchos me dan su visión de fuera y todo eso hace que la ORFIX sea un grupo
sólido y motivador.
20 años se
dice fácil y con amigos se dice más fácil. Gracias a todos los que hacen
posible esta gira. Gracias Mario, tu constancia y dedicación hacen posible que
el estado de Quintana Roo reciba cuatro conciertos de la Orquesta Filarmónica
de Xalapa. Lo más importante como siempre es la amistad. La música es el medio,
no el fin.
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