
Los temas trabajados en el grupo fueron fundamentalmente las habilidades de contacto de Norman Shub. La clase de diagnóstico de carácter fue fundamental para que pudiera ver el impacto de mi personalidad en los otros (Shub, 2007). Me di cuenta que actuaba como un niño berrinchudo enganchándome con situaciones que ya había hablado anteriormente, el facilitador del grupo me lo devolvió y me enojé, minutos después me di cuenta que finalmente estaba haciendo el mismo berrinche. Eso fue un gran darme cuenta que me sirvió para crecer en situaciones posteriores de pareja, he podido soltar el enojo, engancharme con la situación y no volver a hablar de un tema que ya se cerró. En la asertividad busqué maneras para cuándo, cómo y dónde expresar y mantener un punto de vista, esto mejoró notablemente mi contacto con maestros y compañeros dentro de la maestría. Finalmente puedo decir que las habilidades de contacto me han permitido crecer como persona y cambiar la forma en la que salgo al mundo.
Respecto al diagnóstico me parece que conforme a Atienza (2007) el grupo se empezó el semestre en el período expansivo, nos manteníamos interesados por nuestros compañeros y estábamos atentos, creativos e ingeniosos, sin embargo todavía pretendíamos modificar el entorno para que no nos perjudicara. Estos mecanismos de manipulación fueron trascendidos por la mayoría de los integrantes gracias a las habilidades de contacto siempre presentes. En este sentido el grupo avanzó hacia al final del semestre al período elaborativo. Considero que ahora hay un equilibrio útil de rasgos depresivos, obsesivos, esquizoides e histéricos, todos tenemos buen nivel de autoestima y en general observo compromiso con nuestro proceso personal. Atienza también menciona que el grupo puede pasar rápidamente de un período a otro, las últimas sesiones las sentí como de alta cohesión, o como la metáfora de la familia de Zinker.
El grupo mejoró en el aspecto del trabajo en equipo, en comunicación, honestidad y responsabilidad. Me parece que el trabajo de carácter fue pertinente (Shub (2009). Lo que considero trabajar sería los introyectos base de cada quien puesto que se trabajaron poco y éstos se detonan frecuentemente cuando pasamos a ser facilitadores. Al respecto me hubiera gustado articular esta necesidad en el grupo.
La primera vez que pasé me sentí confiado pues aprendí de todos mis compañeros predecesores, sentía que dominaba el tema y que la sesión estuvo muy planeada, por el contrario hubo veces que perdí de vista a mi co-facilitadora. La segunda vez que pasé ocurrió que participé menos y no pedía la palabra. A pesar de eso pude estar con el grupo, con mi co-facilitador y conmigo.
La antepenúltima clase fue de gran crecimiento para mí. Venía de un doloroso darme cuenta de cómo interrumpo la intimidad en mis relaciones y el costo que lleva. Esto es algo muy importante porque como terapeuta me gustaría ser el testigo íntimo que le de apoyo al paciente en la experiencia vergonzosa que traiga a consulta (Wheeler, 2005).
Tercer semestre ha sido el período de estudio en el que más he invertido tiempo, más doloroso, pero a la vez el que más me ha hecho crecer. Gracias.
Bibliografía
Atienza, M. (2007). Dinámica básica del grupo. Estrategias en Psicoterapia Guestalt. UNIGEA. México
La Biblia Latinoamericana (2002). Evangelio según San Marcos 9:35. Verbo Divino
Philippson, P., Harris, J. (2004). Trabajo con grupos. Cap. IX. CEIG. México. Pp. 105.
Shub, N. (2007) Introducción al trabajo de carácter. Metodología Guestalt para el tratamiento: Desórdenes de carácter. CEIG. México.
Shub, N. (2009) Trabajo de Base. Ser en el momento. Un enfoque de la Psicoterapia Guestalt para el cambio. CEIG. México.
Zinker, J. Proceso de desarrollo de un grupo de Terapia Guestalt. Beyond the hot seat. Gestalt Approaches to group. TGJP-U.S.A. Pp. 55-77
Wheeler. G. (2005). “Restauración del sí mismo. Intimidad, intersubjetividad y diálogo. En Vergüenza y Soledad. Cuatro Vientos. Santiago de Chile. Pp. 217-245
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