sábado, 20 de julio de 2019

ANSIEDAD ESCÉNICA PARA DUMMIES

¿Alguna vez todo tu grupo de la escuela te volteó a ver? Seguro en este momento estás sintiendo un empujón en la parte baja del estómago. Se llama miedo. Es una emoción natural que te permite paralizarte, atacar o huir.
¿Alguna vez has hablado para todos en alguna fiesta? Seguro estás un poco nervioso/a, manos sudorosas y temblorosas y se te va alguna que otra palabra.
¿Has dado un discurso o brindis ante un número significativo de personas? A menos que tengas mucha experiencia en ello el nivel de miedo se eleva a temor.


Ahora imagínate que das un discurso no es una fiesta sino enfrente de otros compañeros que se están entrenando para dar discursos ¿Más miedo cierto? Sube la expectativa.
Piensa ahora que hay todo un sistema estructurado para dar discursos y que no solo te tiene que salir bien de principio a fin sino que tu discurso fue escrito dos siglos atrás, hablado por centenares de oradores, ya hasta ha sido grabado, hay interpretaciones legendarias, centenares de versiones en internet y además los que te escuchan también están estudiando cómo hacer el discurso ¿Cómo no sentirse nervioso? Para la mayoría esa simple sensación de empujón en la parte baja del estómago que se llama miedo evolucionó a temor y ahora desemboca en ansiedad.
La actividad escénica es peculiar porque con el tiempo la actividad se ha ido complejizando y la revolución industrial ha promovido junto con el capitalismo a que haya cada vez intérpretes más jóvenes y más preparados, no importa que estén enfermos, que se sientan insuficientes, que tengan una vida social deplorable, que se lastimen. Lo importante es que hagan un trabajo rápido y eficiente.
Así es la actividad musical hoy en día, capitalismo musical llamado por Mauricio Weintraub.

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