Me encuentro en la ciudad de Campeche
para dictar un curso sobre música y emociones y dirigir una orquesta. Desde
hace un año el maestro Manuel Chávez Tuc me contactó para proponerme el taller
y la fecha esperada llegó. El día de hoy en la madrugada tomé el avión hacia
esta hermosa ciudad, llegando había una persona esperándome con un cartel con
mi nombre, me llevaron en taxi a un hotel cinco estrellas que se encuentra
frente al malecón. Después de un exquisito desayuno con salbutes mi colega Rubí
y su mamá me acompañaron a la zona Arqueológica de Edzná, fui conociendo muchos
nombres de poblaciones en maya que apenas podía pronunciar. La zona arqueológica
es linda y muy bien cuidada, el calor a todo lo que da. Regresamos a la ciudad
y paseamos por los fuertes y entramos a los museos.
Campeche es una ciudad bellísima
al igual que sus personas, desde que llegué aquí la hospitalidad no ha parado.
Fuimos a comer al malecón mariscos y finalmente terminamos un un mini mercado
donde la prima de Rubí tiene un puesto de artesanías.
Cuando regresé al hotel me
percaté de que una niña iba saliendo con su violín, resulta que estoy hospedado
en el mismo hotel que la Sinfónica Infantil de México sólo que yo estoy en el
último piso por eso no los he oído, tenía ganas de ir a su concierto pero la intensa
lluvia me invitó a quedarme a estudiar.
Desde pequeño había soñado con
viajar, conocer, aprender y hacer lo que más me gusta, en este caso vengo a dar
terapia para músicos y a dirigir. Abraham Maslow en o que psicología se refiere
habla de una pirámide de necesidades que van desde las fisiológicas hasta la autorealización.
Hoy a mis 35 años me siento realizado, soy todo lo que quería ser de niño.
Gracias a todos los que me han ayudado a lograrlo pues se necesita de mucho
apoyo.
¿Cómo le hago para hacer tantas
cosas? Algo que me funciona es tener una agenda muy bien organizada. Por
ejemplo este seminario ya lo vengo trabajando desde hace tiempo y ahora estoy
estudiando las obras que van para el curso de dirección con el Maestro Diemecke
y la Orquesta Eduardo Mata en CDMX. Hay que ir en anacrusa no olvidando lo que
hay en el presente.
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