lunes, 25 de mayo de 2020

"FRACASO", TU GRAN MAESTRO DE INSTRUMENTO


Los recitales ya no son lo que eran cuando nosotros cambiamos. Y es bueno y esencialmente necesario que las experiencias musicales no estén estancadas, que sean fluidas, la música es cambio continuo. Pero para que las cosas cambien, debemos aceptar la transformación de nosotros mismos, es decir rendirnos, dejar desmoronarse las ideas locas que impiden el desarrollo de nuestra mente, dejar que los nuevos
sentimientos hagan estallar los diques que encierran a nuestro corazón.
Si en la escuela, en la orquesta, o en un concurso, te someten a injusticias, no debes menospreciarte, debes tomar esas injusticias como demostraciones, como saludables fracasos. “Este camino por el que te empeñas en marchar, no es el tuyo, no te conviene, acepta el fracaso para que cambies por fin de camino, ríndete!” La única forma de liberarnos de nuestros problemas, es cambiar, mutar mentalmente, emocionalmente, creativamente. El que no sabe caer, no es dueño de su equilibrio. El que no acepta con humildad el fracaso, no puede triunfar. Se triunfa aprendiendo a fracasar
En el escenario, ama a la música amándote a ti mismo/a
Más vale no confiar demasiado en las apariencias. Todos tenemos un poco/mucho de pánico escénico
Hoy, lentamente, mira el piso del escenario y luego hacia el techo, saboreando cada lugar por el que pasa la música que interpretas
Espera de tus colegas lo que platicas con ell@s. Si criticas te criticarán a tus espaldas, si los reconocen te lo devolverán al momento
Estamos, poco a poco, creando alrededor de nuestro instrumento, un nuevo ser humano sensible, capaz de ver y sentir a los otros
Un buen sentido del humor antes y después del recital te permite aceptar ser parte ilusoria del todo incomprensible



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