Las
competencias es un concepto nuevo que obedece al flujo de la forma en que se
transfiere la educación. En la música, profesión que ejerzo mucha falta hace
este concepto en los maestros y estudiantes. Como lo refiere la lectura podemos
saber cómo hacer cosas sin embargo ya no sabemos cómo desarrollarlas en
conjunto ni adaptarnos a una sociedad que está en continuo cambio de valores y
sobre todo las
tecnologías.
Lo que la
lectura me aporta es algo parecido a lo que refiere Zabala y Arnau respecto a
la escuela basada en el saber. El músico es atraído por un sonido, y ese sonido
conecta con una emoción, que a su vez el pequeño/a ni siquiera sabe describir.
Esta primera sensación que es la que hace que el niño/a pase horas tarareando o
cantando una canción es la que precisamente se va perdiendo en los
conservatorios de música o en la clase particular de instrumento en la que esa
emoción primigenia es cambiada por un “hacer bien o mal”. En ese sentido la
competencia del músico sería como mantener esa conexión emocional con la música
a partir de elementos técnicos y analíticos que le va proveyendo su escuela sin
descuidar al sentido de hacer música.
Mención
aparte merecen las habilidades relacionales. Por mucho tiempo la música se
enseñó por imitación tratando de que el músico llegara a un nivel donde se
pudiera presentar como solista en el caso de los instrumentos que así se
estilaba. Con el tiempo la actividad del músico que había empezado en las
cortes, templos religiosos y después en los trovadores y juglares se
profesionalizó hasta también formar parte de la escuela del saber en la que más
que músicos felices e inspirados se promueve buscar al “músico reproductor”
aquél/la que no se equivoca, que puede cambiar rápidamente ante la indicación
de un director, que pueda ser más dúctil y dócil para hacer más trabajo en tan
poco tiempo.
Las
competencias del estudiante de música serían interminables, primero cómo
conservar ese estímulo inicial que lo hacía conectarse para hacer música para
sí y no para un tercero (que puede ser desde la tía que cumple años hasta el
jurado del examen para ganar el trabajo). Segundo cómo hacer para tener
habilidades escénicas que le permitan no bajar su rendimiento cuando pasa meses
preparándose para presentarse tan sólo unos segundos.
La actividad
musical es relacional, desde siempre estamos en el binomio músico-público, y
aunque nuestra finalidad no sea tocar en función al aplauso de ellos nuestra
actividad se debe a un escucha. De esta forma es indispensable que el músico
aprenda a relacionarse, pues puede interpretar lo que sea a la perfección pero
existen habilidades más allá de lo musical que son perfectamente detectables
por el público.
El proceso de
un concierto es 90% preparación y 10% presentación. Muchos de nosotros estamos
enfocados en el resultado cuando es una mínima parte, tal vez porque sea lo que
ve el público y en lo que está posada nuestra valía.
Una vez que
el músico se gradúa y empieza a trabajar en conjunto vienen otro tipo de
competencias: sociales y de adaptación al entorno. Un grupo musical es complejo
por el ego que tienen sus integrantes, a veces malentendido ignoramos que
mientras mejor nos relacionemos mejor será el producto que nos une: la música.
La valentía
de un músico se mide por el número de ocasiones en que, literalmente temblando,
entra una vez más al escenario
Lo ideal no
es que te sepas mucho repertorio, sino que desarrolles la habilidad para
tocar/cantar lo que sea
Paso la vida
esperando que pase al siguiente nivel y al final, lo único que pasa es la
música
No te
arrepientas por las audiciones en que no has quedado sino por las veces que
pusiste tu ego por encima de tu cuerpo
Una vez que
hayas logrado aceptar el hecho de que hay cierto nivel de nerviosismo al
presentarse ante otras personas ya no tendrás miedo
La música es
un arte a largo plazo, en la que eres maestro y alumno, algunas veces te toca
enseñar y todos los días te toca aprender
La
frustración no es enemiga de la música. Tómala como maestra para aprender de lo
que percibes como debilidades
Nunca
comprendes el daño que haces al criticar hasta que te critican a ti
Soledad es
tocar/cantar y no sentir nada, ni siquiera nervios
Cuando
limpies tu instrumento y su estuche saca también "no soy suficiente"
A veces,
saliendo del recital no es posible estar alegres, pero siempre podemos estar en
paz
Sé músico sin
aparentar, ama la música sin depender de ella, escucha a tus colegas sin atacar
e interpreta sin rigidizarte
No te
preocupes de no tocar/cantar lo suficiente, preocúpate de tocar/cantar
fingiendo lo que no eres
Te lamentas
de no disfrutar la música, tal vez no has aprendido a disfrutarte a ti primero
Muchos
músicos tienen sordera psicológica: sólo oyen lo que a ellos/as les sale
El músico que
va a terapia no es porque tiene problemas, esos los tiene todo mundo, la
terapia ayuda a que esos problemas sean la puerta de un autoconocimiento.
-¿Cómo
aceptar que ya no tengo la misma agilidad que antes?
- En el camino de la música, la vejez significa compartir tus trucos
- En el camino de la música, la vejez significa compartir tus trucos
-¿Soy
suficientemente buen músico para mi pareja?
-Si te ama, sabrá que eres algo más que músico
-Si te ama, sabrá que eres algo más que músico
-El DESTINO
no me deja estar cerca de mis metas musicales ¿qué hago?
-Date cuenta de que eres tú el que se llama DESTINO
-Date cuenta de que eres tú el que se llama DESTINO
Nunca estoy
sin hacer música: a todas horas puedo recurrir al silencio
Mejor que ver
las notas falsas es buscar la causa. Mejor que castigarte es sanarte
Prohíbele
desear triunfar a ese músico que no triunfa y lo deseará con todas sus fuerzas
No vivas en
la cárcel del video del recital pasado, cesa de copiarte a ti mismo/a
Tu fan más
cercano e importante eres tú mismo/a. Más importantes que mis parientes son mis
dientes
Músico que no acepta
con humildad el fracaso, no puede triunfar. Se triunfa aprendiendo a fracasar
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