lunes, 21 de octubre de 2019

DECÁLOGO DEL MÚSICO ALEGRE


NO ME QUEJO. Una cosa es intentar mejorar tu nivel musical y otra lamentarse porque percibes que no eres suficiente

NO TERRIBILIZO Consiste en decirse a uno mismo “Si me equivoco en la presentación sería el fin de mi carrera y prestigio como músico”

SOY FELIZ CON LO QUE TENGO. Se necesita muy poco para ser feliz, estar vivo, sano y tener un instrumento ¡a hacer música!

CUIDO MI DIÁLOGO INTERNO. Me afecta más lo que pienso de lo que sucede que lo que sucede

NO EXIGIR. A nada ni a nadie, es una fuente de problemas necesitar que todo el mundo te trate bien todo el tiempo

AUTOCUIDADO. Si soy feliz en el escenario interpretando para mí, es muy probable que el público también lo disfrute, pero no es mi objetivo.

UTILIZO EL HUMOR Y AMOR. Si alguien te critica no discutas. Dale gracias por tomarse un tiempo de su vida para pensar en ti y sigue adelante.

DISFRUTO HACER MÚSICA. No toco por obligación, disfruto la música como cuando lo hacía antes de prepararla para otro/a

ME QUIERO INCONDICIONALMENTE. El adecuado amor propio es conocer mis lados brillantes y oscuros.

ACEPTO A LOS DEMÁS. Cuando alguien hace algo malo es por desconocimiento o locura. En el fondo esa persona tiene un infante maravilloso dentro.

NO ESTORBAR (Este es un plus que me decía el sacerdote de la parroquia donde era acólito) Si no puedes ayudar a un colega mínimo no lo critiques y hazte a un lado. Suficientes obstáculos tiene la carrera de música para que te conviertas en uno.

Adaptado para músicos de “Decálogo Anti-Amargura” de Rafael Santandreu

No hay comentarios:

Publicar un comentario